Pues henos aquí luego de terminar mi vida anterior para convertirme al cristianismo en Octubre de 2011, después de un poco más de 6 años, me presento contigo para platicarte de esta nueva aventura que inicio como "escritor".
Ciertamente no ha sido nada fácil llegar a este momento de decidirme a escribir sobre mi aventura de vida como cristiano; Jesucristo en su infinita sabiduría y justicia, me sometió a la más dura prueba de fe y de vida para revelarme que siempre ha tenido un plan para mi: a partir de Octubre de 2015, comencé a tener problemas de salud serios que luego de haber estado hospitalizado por un mes en el Centro Médico La Raza del IMSS, además de que los médicos me declararon como paciente "desahuciado" debido a la gravedad extrema en que estuve que incluso llevó a mi familia a planear mi "muy posible" funeral, se tradujeron además de cuatro cirugías en el transcurso de 2016, en algo así como un "cañonazo" emocional que (creo) que ningún ser humano espera aún cuando sabemos -pero decidimos ignorar consciente o inconscientemente- que la enfermedad es una realidad aún en la vida de los seres humanos más "fuertes": tengo enfermedades mayores como insuficiencia renal crónica, cáncer de próstata y pérdida de la capacidad auditiva en mi oído derecho.
¿Por qué haberme convertido en cristiano y por qué incluir en este primer comentario de este blog (que a pesar de esta poco común presentación que estoy dándote espero encuentres por lo menos entretenido pero mezclado con reflexiones sobre mi experiencia de vida) la imagen de un producto médico (líquido de diálisis) que tengo que administrarme yo mismo dos veces al día?
La respuesta a esta pregunta creo que es sencilla: aún cuando los médicos que me atendieron cuando estuve hospitalizado comentaron a mis hermanos que debido a mi gravedad podría morir a causa de un ataque cardiaco agudo durante una cirugía de emergencia que me practicaron para colocarme en el cuello (en la yugular) un catéter de hemodiálisis para comenzar a tratar la fuerte intoxicación en mi sangre que estaba causándome la insuficiencia renal que tengo, al día de hoy, poco más de un año después, a pesar de mi vida anterior de mucho enojo y de un fuerte sentimiento de culpa por mis muchos errores cuando creía que "yo solito podía sin necesitar nada ni de nadie" (incluso sin "necesitar" a Dios) lo que me llevó durante algún tiempo a abusar del alcohol, la comida (sobre todo la chatarra) y de las "amigas locas" (tú me entiendes...), El, en su infinita gracia y misericordia, se dignó salvar mi vida.
Aunque desde un punto de vista estrictamente humano la carga emocional, física y mental que implica vivir no sólo con una sino con dos enfermedades mayores a la vez es real y pesada, como te comenté, a pesar de saber que mi estado de salud no es bueno, esta nueva etapa de vida en la que desde hace poco más de uno año absolutamente todo cambió lo que ha sido un proceso nada fácil porque luego de haber salido de un mes de estancia en el hospital, luego de cuatro cirugías (la que te comenté, una segunda para colocarme un catéter peritoneal, otra de próstata y la última de una hernia inguinal) y pasar casi cinco meses encerrado en mi casa debido a la debilidad física extrema producto de lo complicado de mi estado de salud que incluso me llevó a sufrir una anorexia severa que me hizo perder 40 kilos de peso, por el contrario, mi mente ha captado en toda su magnitud que la misericordia de Dios ha sido y es mi sostén gracias a la cual me siento muy bien física y mentalmente poniendo yo también un poco de mi parte al seguir con toda disciplina y compromiso con el Señor y con mi salud el tratamiento médico diario de dos sesiones de diálisis peritoneal que yo mismo me practico y la ingesta de un medicamento homeopático para el cáncer de próstata.
¿Cual ha sido la primera lección y conclusión que toda esta pesada aventura ha implicado para mi vida?
Creo que esta primera lección tiene que ver con que la gracia de Dios es tan real que la vivo día con día y de la que puedo decirte que está resumida en el Salmo 23 del que me he apropiado... ¿A qué me refiero? Anduve (literalmente) en valle de sombra de muerte pero no sentí temor alguno porque Dios estuvo (y está) conmigo y me infundió el aliento que necesitaba para seguir viviendo.
Sea solo a Dios toda la Gloria.
Seguiremos por aquí platicando. Dios te bendiga.
¿Por qué haberme convertido en cristiano y por qué incluir en este primer comentario de este blog (que a pesar de esta poco común presentación que estoy dándote espero encuentres por lo menos entretenido pero mezclado con reflexiones sobre mi experiencia de vida) la imagen de un producto médico (líquido de diálisis) que tengo que administrarme yo mismo dos veces al día?
La respuesta a esta pregunta creo que es sencilla: aún cuando los médicos que me atendieron cuando estuve hospitalizado comentaron a mis hermanos que debido a mi gravedad podría morir a causa de un ataque cardiaco agudo durante una cirugía de emergencia que me practicaron para colocarme en el cuello (en la yugular) un catéter de hemodiálisis para comenzar a tratar la fuerte intoxicación en mi sangre que estaba causándome la insuficiencia renal que tengo, al día de hoy, poco más de un año después, a pesar de mi vida anterior de mucho enojo y de un fuerte sentimiento de culpa por mis muchos errores cuando creía que "yo solito podía sin necesitar nada ni de nadie" (incluso sin "necesitar" a Dios) lo que me llevó durante algún tiempo a abusar del alcohol, la comida (sobre todo la chatarra) y de las "amigas locas" (tú me entiendes...), El, en su infinita gracia y misericordia, se dignó salvar mi vida.
Aunque desde un punto de vista estrictamente humano la carga emocional, física y mental que implica vivir no sólo con una sino con dos enfermedades mayores a la vez es real y pesada, como te comenté, a pesar de saber que mi estado de salud no es bueno, esta nueva etapa de vida en la que desde hace poco más de uno año absolutamente todo cambió lo que ha sido un proceso nada fácil porque luego de haber salido de un mes de estancia en el hospital, luego de cuatro cirugías (la que te comenté, una segunda para colocarme un catéter peritoneal, otra de próstata y la última de una hernia inguinal) y pasar casi cinco meses encerrado en mi casa debido a la debilidad física extrema producto de lo complicado de mi estado de salud que incluso me llevó a sufrir una anorexia severa que me hizo perder 40 kilos de peso, por el contrario, mi mente ha captado en toda su magnitud que la misericordia de Dios ha sido y es mi sostén gracias a la cual me siento muy bien física y mentalmente poniendo yo también un poco de mi parte al seguir con toda disciplina y compromiso con el Señor y con mi salud el tratamiento médico diario de dos sesiones de diálisis peritoneal que yo mismo me practico y la ingesta de un medicamento homeopático para el cáncer de próstata.
¿Cual ha sido la primera lección y conclusión que toda esta pesada aventura ha implicado para mi vida?
Creo que esta primera lección tiene que ver con que la gracia de Dios es tan real que la vivo día con día y de la que puedo decirte que está resumida en el Salmo 23 del que me he apropiado... ¿A qué me refiero? Anduve (literalmente) en valle de sombra de muerte pero no sentí temor alguno porque Dios estuvo (y está) conmigo y me infundió el aliento que necesitaba para seguir viviendo.
Sea solo a Dios toda la Gloria.
Seguiremos por aquí platicando. Dios te bendiga.
2017 Nueva Vida ©
Salmo 23 | Psalm 23
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