"Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados" - Santiago 5:15

"And the prayer offered in faith will make the sick person well; the Lord will raise them up. If they have sinned, they will be forgiven" - James 5:15



lunes, 22 de octubre de 2018

The believer... trials and suffering (1)

After several months of having been forced to stay away earlier this year due to a complication I had in my health caused by a kidney failure, I am back in this small space of reflection to try to order my thoughts, and above all, to strengthen the hope I have in Christ Jesus my Lord and Savior to gradually improve my health.

I'd like to start by suggesting you the idea (many times emphasized by pastors from the church I regularly attend here in Mexico City) about our christian life as a life not exactly an "easy" one to live; considering this context, it is a somber reality that (we don't think that it will hit us by imagining that we are "safe", however, when it arrives all of a sudden, we don't only "deny it" but it hit us making us to reject it as well) we'll have to endure at some moment during our life time a trial and suffering so hard that eventually can put our lives at risk as it has happened and still happens to me.

Trying to be brief as much as possible, I'd like to share the following: almost two years ago, when I got ill, it happened so suddenly and fast that my health became seriously deteriorated; when I was interned urgently at the hospital, doctors told my family that given my gravity, they "warned" them that it was "difficult" for me to survive an urgent surgery intended to implant a hemodialysis catheter in order to start extracting a high volume of toxins from my blood because of a severe kidney failure caused by prostate inflammation that made impossible to filter and eliminate those toxins via urination.
Considering this context, the turning point in my life as a christian, happened when despite doctors labeled me as a "terminal patient" not once but twice; by God's mercy, I survived that surgery (1 out of 5) and after spending one month in a bed, I was medically released in February' 2016 spending the following five months at home for a very slow recovering process after suffering a serious weight loss because of a severe anorexia I had to endure as another consequence from my illness.

After a prostate surgery in October' 2016, I never thought that my tribulation would continue: a few days after such surgery, the Urologist told me that after a pathology test, the prostate tissue he extracted, showed evidence of cancer cells, in other words, the test reported prostate cancer.

I'll get to the point: How can a christian can coexist with two major health issues without falling apart emotionally, without giving up and, above all, without blaming God?

I'd say that the outcome of this difficult adventure is: first of all, I know that God Almighty has forgiven me from the regular abuse I coexisted with (alcohol, smoking, junk food, sex) that led me to get ill and now, according to 2 Corinthians 5:17 and Galatians 2:20,  I live a new life in Christ Jesus even though the Oncologist told me that his outlook about my health "is not good and bad for life in the medium term".

Despite these news, in my heart, I feel physically fine thanking the Lord for His mercy because: 1) 8 months have passed since the last time I had dyalisis (the treatment for patients suffering kidney failure); 2) the Nephrologist took away the peritoneal catheter and 3) more recently the hemodyalisis catheter. Considering these recent events, being also very aware about my health condition, it is my goal to live a new life in peace according to Romans 5:3 by choosing to learn every passing day patiently wishing in my heart that Christ Jesus will continue keeping me strong enough.

In a following post about this topic, I'll suggest you to consider some testimonies from other believers living their lives despite suffering tribulations because of chronic pain but resting in the Lord regardless of those trials.  

I praise the Lord by giving Him all the Glory he deserves....

 
2017 Nueva Vida ©
Salmo 23 | Psalm 23

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miércoles, 26 de septiembre de 2018

El creyente... la enfermedad y la tribulación que implica (2)

Continuando con este tema, si bien podríamos coincidir en que la vida es intrínsicamente "hermosa" y que hay que trabajar mucho para poder hacernos acreedores a una "buena vida", también es muy cierto (e insisto que hay mucha gente que a pesar de tener "buenas vidas" reniegan de todo, de todos y de paso hasta de Dios cuando están en problemas que por sí solos son incapaces de resolver) que la vida cristiana no es fácil lo que no implica que el creyente maduro también vaya a renegar.

¿Y luego? ¿Que podría hacer diferente el creyente para poder tener esa "buena vida" que el mundo ofrece y que en muchas ocasiones termina volviéndose un mero espejismo?

Considero que el creyente cristiano parte de dos premisas que son fundamentales: la vida cristiana no es fácil ya que por un lado, reconoce y acepta como una realidad de la que por mucho que el mundo reniegue que tarde o temprano la vida que este ofrece, sin bien "hermosa", por otro lado, también está llena de tribulaciones y pruebas que las más de la veces, suelen llegar cuando el ser humano se siente más "seguro de sí mismo" y, como desafortunada coincidencia, cuando menos las espera.

Esa segunda premisa, lleva al creyente cristiano a tener la convicción que le es afín y en la que descansa día con día: la fe en Cristo Jesús tal y como Hebreos 11:1 lo refiere con toda claridad volviéndose fundamental para su vida en momentos de tribulación y sufrimiento.

Te propongo algunas reflexiones sobre este tema que es uno que los creyentes experimentamos en algún momento de nuestras vidas siendo este uno con el que vivo y convivo con la gran diferencia de que descanso en Cristo Jesús a pesar de que los médicos me han dicho que tengo cáncer de próstata que si bien es un problema de salud que no subestimo (de hecho estoy en tratamiento médico), he aprendido y sigo aprendiendo a vivir día con día confiando, sin angustia y dependiendo de la bendita e infinita misericordia de Cristo Jesús mi señor y salvador a cada paso que doy:







Ya ha sido comentado que la vida cristiana en sí misma, no es precisamente fácil, sin embargo, si tal y como 2 Corintios 5:17 lo señala, si el ser humano está en Cristo Jesús, es desde ese momento, una nueva criatura en la que Dios vive lo que debe darle absoluta confianza de que no está sólo ni siquiera en momentos de sufrimiento por duros que estos sean al tener toda su vida, esperanza y deseos puestos únicamente en Cristo Jesús.

Quedan estas modestas ideas a tu consideración...

Que Dios te bendiga.


2017 Nueva Vida ©
Salmo 23 | Psalm 23

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jueves, 20 de septiembre de 2018

El creyente... la enfermedad y la tribulación que implica (1)

Después de varios meses de haberme alejado de manera forzosa debido a una complicación que tuve en mi salud a raíz de mi enfermedad de los riñones (insuficiencia renal crónica) a principios de este 2018 me encuentro de regreso en este pequeño espacio de reflexión para intentar ordenar y plasmar mis pensamientos, y sobre todo, fortalecer la esperanza que tengo en Cristo Jesús mi Señor y Salvador de ir mejorando mi salud.

Comienzo proponiéndote la idea (muchas veces enfatizada por los pastores de la iglesia cristiana Semilla de Mostaza en que me congrego en esta ruidosa ciudad de México) de que la vida cristiana no es exactamente fácil ya que es una realidad que (no esperamos que nos pegue creyendo estar a "salvo" y que cuando llega no sólo nos pega sino que la "negamos" y renegamos de ella también) tendremos que enfrentar en algún momento de nuestras vidas una tribulación o prueba que puede llegar a ser tan dura que hasta nuestra vida misma puede estar en riesgo como ha sido y es mi caso.

Intentando ser lo más breve posible te comparto: hace un poco más de dos años en que comencé a estar enfermo, llegó el momento en que mi salud se deterioró al punto de que al ser internado con carácter de urgencia en el Instituto Mexicano del Seguro Social, los médicos comentaron a mi hermana que dada la situación de extrema gravedad en que me encontraba, le "advirtieron" que iba a ser muy difícil que yo saliera vivo de la cirugía de urgencia que tenían que practicarme para colocarme un catéter de hemodiálisis para comenzar a extraer de mi sangre la gran cantidad de toxinas acumuladas a causa de la incapacidad de mis riñones de filtrarlas y de eliminarlas vía la orina.

El momento culminante de mi nueva vida como cristiano, fue que a pesar de que los médicos me desahuciaron no una sino dos veces, por la bendita misericordia de Dios, salí con vida de dicha cirugía de urgencia (la primera de cinco) para que luego de un mes de internamiento en el hospital, salí dado de alta en Febrero de 2016 para pasar cinco meses encerrado en mi casa recuperándome lo que no fue precisamente fácil ya que dada la gravedad en que estuve, la consecuencia más notable, fue una pérdida exagerada de peso a causa de una anorexia severa y de la debilidad extrema en que estaba, comencé un  largo y complejo proceso de recuperación.

Brevemente te platico que de acuerdo a la opinión de los médicos que me atendieron, mi enfermedad tuvo origen en la inflamación gradual de mi próstata la que llegó el momento en que evitó el funcionamiento normal de mi vejiga urinaria al cerrar totalmente mi uretra evitando así la salida normal de la orina.

Luego de que me practicaron la cirugía de próstata en Agosto de 2016, nunca pensé en encontrarme con que mi tribulación iba a continuar: unos días después de dicha cirugía, me fue informado que en el examen patológico del tejido prostático que me fue extraído, encontraron rastro de un adenoma carcinoso que es el término médico que define la presencia de cáncer de próstata.

Voy al punto importante en esta nueva -y difícil- aventura que vivo en mi vida como cristiano... ¿Como vivir con dos enfermedades complejas sin derrumbarme emocionalmente, sin rendirme y, SOBRE TODO, sin culpar a Dios de lo que me ha pasado cuando, en realidad, TODA la culpa del daño en mi organismo es mía?

El corolario de esta mi aventura es que, en primer lugar, se que Dios Todopoderoso ya me ha perdonado de dichos errores y ahora, tal y como 2 Corintios 5:17 y Gálatas 2:20 lo plantean, vivo una vida nueva en Cristo en que todas las cosas son hechas nuevas a pesar de que el pronóstico que me dieron los médicos en el área de Oncología del Instituto Mexicano del Seguro Social, no es "bueno": "El pronóstico es malo para la vida, malo para la función, a mediano plazo".

Si bien al día de hoy, me siento físicamente muy bien dando cada día gracias a Dios por su bendita misercordia porque ya llevo 7 meses sin diálisis (el tratamiento para pacientes con insuficiencia renal) después de que me quitaron primero el catéter peritoneal y más recientemente el catéter de hemodiálisis, estando muy consciente de mi estado de salud, procuro vivir una vida nueva en paz sabiendo que tal y como Romanos 5:3 lo señala también, decidí seguir aprendiendo a vivir cada nuevo día dando un paso a la vez con paciencia esperando a  que Cristo Jesús en su voluntad siga teniéndome con vida hasta el día en que en su bendita misericordia lo decida.

En un siguiente comentario, como continuación a este tema, te propondré también algunos testimonios adicionales en los que creyentes que viven con dolor viven sus vidas descansando en el Señor a pesar de tribulaciones similares.
Descanso alabando y dando toda la Gloria y la Alabanza sólo a El...

Seguiremos platicando. Dios te bendiga hermano...

 
2017 Nueva Vida ©
Salmo 23 | Psalm 23

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miércoles, 30 de mayo de 2018

¿Qué es el "matrimonio igualitario"? ¿Realidad o Engaño?

"Matrimonio Igualitario"... Tema social y culturalmente complejo que a pesar de lo que los ferreos "defensores" de la igualdad de los sexos insistan en propalar la "igualdad", he pensado ya que este es un tema que en sí mismo, tiene muchas aristas que por mucha gritería que en contra de la "intolerancia" haya, no pueden (ni deben) ser ignoradas simple y sencillamente porque tienen un sustento concreto contenido nada menos que en la Biblia misma.

Te propongo consideres los siguientes planteamientos que en un plano personal, me parecen bastante razonables sobre las peculiaridades culturales, sociales, legales y biológicas que por mucho que los proponentes de la "igualdad de los sexos" y del "matrimonio igualitario" consideren "intolerantes", son demasiado reales:





Este tema del que por otro lado, las "feministas" radicales también conocidas como "feminazis" es uno que dada su misma naturaleza cultural, social, legal y biológica, considero que no tiene un sustento concreto que para tu servidor, como hombre, se sienta "copartícipe y por lo tanto culpable -por el mero hecho de haber nacido hombre- de la actuación de una sociedad mexicana que es esencialmente machista"; lo anterior no quiere decir bajo ninguna circunstancia que no me sienta molesto ni preocupado por la extendida ola de inseguridad que lamentablemente, nos afecta a hombres y mujeres por igual.

No tengo interés en tener una discusión "filosófica" con una "feminazi" como resultado de su percepción retorcida de que la mujer es intrínsecamente víctima (una cosa es ser víctima y otra muy distinta es victimizarse que es precisamente lo que las "feminazis" hacen limitándose a usar adjetivos como "sociedad machista", "sociedad misógina", "sociedad heteropatriarcal" y otros adjetivos de los que abusan con frecuencia), sin embargo, es precisamente en este contexto en el que las damas que pertenecen a esta corriente de "pensamiento" plantean también argumentos peculiares como "acusar" a otras mujeres de "someterse al heteropatriarcado" (sic) con tal de avanzar profesionalmente limitándose a "protestar" desde la comodidad de Twitter y Facebook.

Considerando que mi señora madre (que en paz descanse) fue una dama en toda la extensión de la palabra lo suficientemente capaz de no someterse en el contexto de una sociedad que en su momento abusaba de la mujer y que además con toda firmeza y amor supo darnos a mi hermano y a mí la educación suficiente como para respetar a la mujer por el sólo hecho de ser tal, te propongo los siguientes "argumentos" de las "feminazis" que cueste lo que les cueste (su credibilidad para empezar) insisten en "acusarnos" a los hombres de tener una "masculinidad frágil" y de ser parte de la "sociedad heteropatriarcal", en acusar a otras tantas mujeres de "someterse" a los dictados de dicha "sociedad" y de sugerir que como madre de familia es "culpable" de levantarse temprano para bañar a sus hijos, darles de desayunar y pedir a su esposo que los lleve a la escuela. ¿Acaso proponen que esa madre de familia desatienda su amor y compromiso de ver por sus hijos y educarlos lo que es parte de las tareas que de acuerdo a la Biblia misma debe tener como ayuda idónea de su esposo?

¿Esa es la "solidaridad de género" que tanto pregonan?






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sábado, 3 de marzo de 2018

La Gracia de Dios ha sido asombrosa en mi vida...

Luego de una complicación resultante de mi enfermedad renal que me tomó dos semanas de hospitalización debido a una peritonitis que para quienes somos enfermos renales suele ser un evento riesgoso sino se atiende oportunamente que en función a su severidad puede implicar una cirugía delicada, por la bendita misericordia de Dios, me encuentro de regreso luego de haber salido de mi encierro (característica muy propia del IMSS, camas duras que terminan siendo una tortura para la espalda, enfermeras que suelen ser poco amistosas con el paciente -aunque no todas ciertamente-, médicos a los que suele ganarles el ego y sentirse "dioses" -me tocó ver varios-, falta de material básico de curación que obliga a las enfermeras a improvisar, etc).

Nosotros seres humanos somos tan peculiares que casi nunca (¿Nunca?) nos detenemos a pensar que la enfermedad (sea cual esta sea) existe, que está ahí acosándonos para caernos encima en cualquier momento y cuando esto sucede, casi siempre (¿Siempre?), olvidamos que tiene consecuencias no deseadas: el enojo por el encierro en el hospital (sobre todo si es prolongado), del enojo por los piquetes con agujas que nos hacen para tomarnos muestras de sangre, del enojo por los piquetes con agujas que son necesarios para la aplicación de tratamientos intravenosos, del enojo por la "comida" infame que no sabe a nada y del enojo por el dolor físico y la tensión nerviosa que todo este "coctel" de molestias físicas y mentales nos ocasiona.

Personalmente, sentí que el paso de estas dos semanas de hospitalización fue así, difícil y doloroso ante la cantidad de piquetes que me hicieron al punto de que casi pareció "tortura" pero a la vez, por segunda ocasión, aunque el cansancio físico y mental producto de mi encierro fue mucho  (y del que sigo recuperándome), la bendita misericordia de Dios volvió a hacerse presente en este periodo de tiempo gracias a la terca insistencia de mi hermana de entregarle al Señor mi plegaria para tener fuerza física, mental y paz a pesar de mi miedo (me tocó vivir por primera vez en mi vida estando encamado en un quinto piso en La Raza el sismo que sucedió hace tres semanas por la noche el que francamente me aterrorizó), enojo, impaciencia y dolor producto de una cirugía para retirar un catéter de diálisis de mi cavidad peritoneal y de un procedimiento delicado pero muy doloroso de colocarme otro catéter de hemodiálisis en mi cuello.

¿Será posible poder experimentar en nuestra mente y cuerpo la bendita misericordia de Dios? Luego de 6 años y medio de haberme convertido al cristianismo, creo que SÍ; no sólo una vez sino dos veces particularmente durante los dos años que llevo como enfermo renal.

Hace dos años, Cristo Jesús se dignó salvar mi vida luego de que los médicos de ahí mismo de La Raza dijeron a mi familia que debido a la gravedad extrema en que me encontré por mi enfermedad, me desahuciaron recomendándoles prepararse para el desenlace "fatal" en cualquier momento, sin embargo, su bendita misericordia me mantuvo y me mantiene vivo a la fecha sintiéndome bien pese a saber que no estoy bien de salud.

Por otro lado, en estas pasadas dos semanas, aunque en principio no lo había captado en su total dimensión, nuevamente he recibido este mismo regalo... el paciente renal está obligado a dializarse diariamente para que el líquido de diálisis en su cavidad peritoneal elimine las toxinas de la sangre que los riñones no son capaces de filtrar; cuando me retiraron el catéter peritoneal, los médicos pensaron que tendría que someterme a hemodiálisis para cumplir el mismo propósito, sin embargo, para sorpresa de ellos, luego de múltiples tomas de sangre y estudios respectivos, encontraron que no he tenido ninguna indicación médica que haya hecho urgente que se me hiciera la hemodiálisis.

Han pasado tres semanas ya de que entré al hospital y una de que me dieron de alta y veo que me siento bien, mi presión arterial está bien, mis pies no se han inflamado además de que no ha habido ninguna otra manifestación física de que algo parezca no estar bien.

¿Puedo no sólo pensar sino concluir también que la bendita misericordia de Dios está ahí, es real y estoy viviéndola? 

Así lo creo...

¿Puedo no sólo pensar  sino desear que Dios se dignará concederme un milagro de sanidad que me levante de esta enfermedad de mis riñones y del cáncer de próstata que también "diagnosticaron" que tengo?

Así lo deseo...

Sea sólo a Dios toda la Gloria.



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